Como cada año, desde la Federación de Asociaciones de Matronas de España, nos acordamos del Día Internacional de la Educación no sexista. El colectivo de matronas es uno de los grupos más sensibilizados con la no discriminacion por géneros en los centros escolares españoles, ya que la educación sin desigualdades es la sociedad del futuro.
En la actualidad, pese al avance hecho, se viven constantemente episodios de estereotipos sociales y desigualdades de géneros, aspectos que no hacen más que crear separación e incluso odio entre muchas capas de la población. Los medios de comunicación y las redes que hoy en día se consumen a diario, entornos cercanos y, especialmente, la educación pueden ser factores claves a la hora de combatir estos estereotipos.
La transmisión de sabiduría en colegios, institutos o universidades no debe limitarse a enseñar lo que pone en los libros, puesto que a veces incurrimos en conocimientos no neutrales, dentro de un lenguaje sexista cargado de mensajes paralelos. Esos mensajes de los que a veces no somos conscientes, pueden ser valores que se están transmitiendo a los más pequeños, que calan profundamente e influyen, o pueden hacerlo, de una manera muy importante en su vida en general.
Pese al avance de estos últimos años, históricamente en la parcela educativa siempre se ha visto ciertas desigualdades, por ejemplo, en los libros de texto. Se observaban grandes y claras diferencias entre lo que se espera de hombres y de mujeres, cumpliendo unos estereotipos marcados desde hace mucho tiempo. Son aspectos que influyen demasiado a la postre, puesto que llega a ser decisivo en aspectos como la diferencia de oportunidades.
Por ello, desde FAME, abogamos por una educación no sexista a todos los niveles educativos. Para lo cual, es necesario la formación de profesores, profesoras y todo el equipo educativo, como le ocurre a todos los puestos laborales que necesitan constante actualización de su sabiduría. Una formación para reconocer y dejar atrás todo tipo de estereotipos educativos, para no transmitirlo y dejar que sea algo normalizado, otorgando una gran educación no sexista a la futura sociedad.