La leche materna es la forma de alimentación natural del recién nacido. Tanto el bebé como la madre obtienen beneficios de la lactancia materna, y además de las ventajas de salud para ambos, también existen beneficios emocionales, familiares, económicos, y medioambientales que repercuten en la sociedad. La alimentación del bebé es a demanda, es decir, hay que ofrecerle el pecho cuando lo desee y durante todo el tiempo que quiera. No tenemos que olvidar las tres premisas de la lactancia materna a demanda:
«todo el tiempo que quiera»
«todas las veces que quiera»
«todas las tetas que quiera»
Es mejor que el niño termine de tomar del primer pecho antes de ofrecer el segundo. Algunos niños obtienen lo que necesitan de un solo pecho y otros toman de ambos, es conveniente siempre ofrecer los dos. La leche del final de la toma es rica en grasas y, por tanto, aporta mayor cantidad de calorías.
Si se cambia al niño de pecho antes de que éste se vacíe, el bebé sólo consumirá la primera leche compuesta principalmente de agua, proteínas y lactosa, y le puede provocar insatisfacción. Además, esta es una de las causas de poco aumento de peso durante las primeras semanas. Hemos de sumarle, también, que el factor de producción de la leche materna se encuentra al final de la toma, por tanto, se debe procurar que al menos un pecho quede vacío para asegurar la producción de leche suficiente.
Una posición adecuada influye en el bebe a la hora de agarrarse correctamente, lo que facilita una mejor lactancia. Cuando la lactancia es exitosa y la leche llega de manera eficaz, la colocación o postura no son tan importantes, ya que madre e hijo encuentran su propia manera de actuar que les está funcionando.
De primeras y para una adaptación mutua, o por si apareciera alguna complicación, es recomendable tener una serie de ‘tips’ o guía que seguir. Cuales son las mayores ventajas que obtendremos con una postura adecuada:
-Estabilidad del cuerpo del recién nacido.
-Mayor acceso del bebe al pecho.
-Comodidad de la madre y de su hijo.
Especialmente hay que cuidar las posiciones y movimientos durante las primeras semanas o meses de lactancia, porque amamantar se puede convertir en un sufrimiento. También los hay que encuentran su posición ideal en la colocación más rara, si ese caso se presenta nunca hay que intervenir, salvo que existan otros riesgos para el bebe.
Cuando hablamos de postura nos referimos a la manera en la que se posiciona la madre para amamantar a su bebe. Las hay de 1.000 formas y la gran mayoría suelen servir, porque cada madre escoge la más adecuada y cómoda en cada momento. Para la postura influyen detalles como el lugar, el momento, las circunstancias o los deseos de cada una. Unas eligen tumbarse, otras compran cojines de lactancia para poder sentarse, reclinarse o incluso otras prefieren hacerlo de pie.
Por otro lado está la posición en la que colocaremos al recién nacido para que mame cómodamente. Lo más normal es estar en contacto, pegado a la madre y encarado hacia el pecho.
Federación de Asociaciones de Matronas de España