Cuando hablamos de mastitis hablamos de una enfermedad inflamatoria de la mama, en general asociada con la lactancia. Habitualmente se presenta entre la 2ª y la 3ª semana posparto, siendo las primeras 12 semanas el período de mayor incidencia.
La causa principal de la mastitis es la estasis de la leche, que puede o no estar asociada con infección. Esta retención de leche en los alvéolos induce una serie de cambios en la composición de la leche y también facilita el paso de algunos de sus componentes al espacio circundante por la apertura de los espacios intercelulares en los alvéolos. Entre los cambios de la composición pueden disminuir el potasio y la lactosa, y aumentar el sodio y el cloro, dándole un gusto un poco más salado a la leche.
Algunas de las sustancias que pasan al espacio circundante son las citocinas inflamatorias que son las causantes de la respuesta inflamatoria. La mastitis puede producirse por un posicionamiento ineficaz (vaciamiento ineficaz) del bebé en el pecho, la alimentación limitada (horarios restringidos con las tomas) o cualquier otro motivo que provoque la estasis de la leche.
La estasis de la leche facilita el crecimiento bacteriano y, si este llega por encima de la capacidad de defensa de la propia leche, la mastitis inicial puede evolucionar a mastitis infecciosa. En la mastitis infecciosa, el tratamiento inapropiado o inadecuado puede dar lugar a la interrupción innecesaria de la lactancia materna, el daño del tejido mamario, la recurrencia y un costo considerable, aparte de las repercusiones que tiene también en la salud psíquica, física y emocional de la madre y del bebé.
Los síntomas clínicos generales de la mastitis infecciosa incluyen dolor unilateral de mama, enrojecimiento (eritema) e inflamación, que pueden aparecer de manera unilateral o bilateral. Puede asociarse con síntomas similares a los de la gripe (fiebre, escalofríos y dolores). En el examen suelen estar presentes eritema unilateral, edema y sensibilidad de la mama afectada.
Existen también algunas infecciones subclínicas que pueden cursar únicamente con dolor durante la toma, como síntoma único de mastitis. La ausencia de síntomas generales ha provocado un infradiagnóstico de este tipo de mastitis. En los últimos años hemos asistido a un aumento del interés por esta patología a raíz, en parte, de las investigaciones sobre microbiota mamaria y del aumento progresivo de la realización de cultivos en este tipo de situaciones.
La estasis de leche conlleva un aumento de la presión que ejerce la leche en los conductos y los alvéolos circundantes, y puede forzar el paso de sustancias de la leche al tejido circundante y provocar una respuesta inflamatoria en esa zona. Esta inflamación es en parte la causante de los signos y síntomas de la mastitis. La mastitis infecciosa se produce si no se resuelve la estasis de la leche y se vence la protección proporcionada por los factores inmunitarios de la leche y por la respuesta inflamatoria del organismo.
Staphylococcus aureus es la bacteria implicada en la mayoría de las mastitis lactacionales, especialmente en aquellas que presentan una clínica muy evidente. En algunos estudios recientes adquiere relevancia la vía hematógena como punto de entrada, en contraposición a la consideración clásica de que las mastitis eran debidas a la diseminación bacteriana a través de fisuras en el pezón o la areola, o al reflujo desde la cavidad oral del lactante. En este sentido, la mastitis podría estar relacionada con un cambio anómalo en la microbiota mamaria, causado por los mencionados factores mecánicos o por otras circunstancias (factores genéticos, antibioticoterapia periparto o virulencia de algunas bacterias, entre otros).
Por lo que respecta al diagnóstico, según reconoce la American Academy for Breastfeeding Medicine(ABM), los procedimientos diagnósticos o pruebas de laboratorio se realizan poco en nuestra práctica y habitualmente el profesional se basa en la clínica. La OMS reconoce que los cultivos de la leche materna pueden ayudar a determinar el microorganismo infectante y su sensibilidad antibiótica. Si no es posible hacer cultivos de forma sistemática, pueden hacerse selectivamente (infecciones adquiridas en hospital, que no responden a la antibioticoterapia o recurrentes).
Fuente: Abordaje de las dificultades más frecuentes en lactancia materna, www.federacion-matronas.org