La Estrategia de Atención al Parto normal no es más que una serie de medidas que se llevan a cabo para aumentar los casos de parto normal en las embarazadas. Buscan los centros médicos mejorar la calidad de su atención o asistencia, al mismo tiempo que se mantienen los niveles de seguridad para la madre y para el bebé.
Lo que debe primar, siempre, es que parir es un proceso fisiológico, por lo que debemos intervenir lo menos posible, salvo para reconducir adversidades que puedan ocurrir, es lo idóneo. Por ello las matronas juegan un papel fundamental en la atención al parto.
Su actuación siempre se encamina a individualizar la atención prestada, a encontrar un ambiente de intimidad para la embarazada, seguridad en el proceso y confianza con la matrona, y el resto de profesionales sanitarios. Para ello, cuentan con la formación y con las herramientas de respeto a la privacidad en tan delicado momento, cuidando el sentimiento de dignidad de la madre siempre.
España muestra unas tasas globales de 24,5% en 2018 (último año disponible publicado por el Ministerio de Sanidad) sin embargo, la diferencia entre las tasas de cesáreas de centros públicos y privados es elevada, siendo en los hospitales públicos la media de 21,8% y llegando en los privados al 36,5% en 2018. Dentro de la sanidad pública, existe una elevada variabilidad entre regiones: en 2005 Galicia tenía una tasa de cesáreas de 27%, más del doble que la de los hospitales públicos del País Vasco (13%) ese mismo año, mientras que en Madrid eran del 21% y en Cataluña del 23%.
Estas medidas aprobadas fueron el fruto del aumento del uso de las cesáreas, no solo en España, sino que era una tendencia al alza en todo el mundo. Una de las grandes preocupaciones para los profesionales sanitarios es que se convirtió en una práctica con muchas consecuencias para la salud de los recién nacidos y para la madre, cuando estas intervenciones se practicaban sin alguna indicación médica.
Esa preocupación hizo movilizarse a muchos colectivos y provocó reacciones, tanto en la sociedad médica como en la población en general. Todos estos aspectos llevaron a nuestro Gobierno, y a muchos otros, a tomar cartas en el asunto y que se pusieran en marcha acciones y estrategias para controlar la práctica de cesáreas, mayormente las no necesarias.
Con la entrada de la Estrategia de Atención al Parto Normal (2007), se observó un descenso en los datos de cesáreas realizadas en toda España. Especialmente los centros médicos de sanidad pública, pertenecientes al Servicio Nacional de Salud, los cuales redujeron en dos puntos, aproximadamente, los porcentajes previos a la EAPN.
Las diferencias en estas etapas entre hospitales privados aumentaron. Lo que también se vio mejorada fue la cifra de nivel de seguridad perinatal, puesto que la mortalidad de recién nacidos también reflejó un pequeño descenso.
Recientemente el Instituto de Estudios Fiscales ha publicado el informe: Evaluación del impacto de la Estrategia de Atención al Parto Normal sobre las tasas de cesáreas y mortalidad perinatal en España, en dicho texto se detalla la disminución del gasto sanitario, en los años posteriores a tras implantar la EAPN.
La EAPN busca reducir la medicalización innecesaria en el parto y en los procesos asociados a este. Se daba un toque de atención a los profesionales implicados en el parto, sobre las intervenciones que realizan, muchas de ellas injustificadas y sin que aporten ningún beneficio a la salud de la madre y el feto.
Desde FAME se apoya a todos los movimientos, sociales o profesionales, que aboguen por la mayor seguridad posible durante el parto. En el siguiente enlace os dejamos el documento completo donde analiza el impacto de la EAPN.