Para ayudar al desarrollo de una educación no sexista existen ciertos escenarios claves, como son los centros educativos, los medios de comunicación y en general las personas, todos ellos influyen en la transmisión de prejuicios a los más jóvenes.
El colectivo de las matronas es plenamente consciente de que día a día se desarrollan en la sociedad comportamientos no igualitarios, estereotipos sociales, etc. Aspectos que ayudan a aumentar las desigualdades de género. Hay cierta creencia a pensar que la educación impartida se limita solamente a transmitir conocimientos docentes, pero va más allá.
Los valores, la madurez, la ética, la sabiduría social, el sexo, todos ellos también son educación, ya que la enseñanza no tiene paredes, barreras ni tijeras que corten unas partes si y otras no. Estos “mensajes paralelos”, son los valores que se transmiten en el aula y que tan profundamente impactan en el alumnado, constituyendo una gran influencia
para su desarrollo integral posterior.
Hoy en día ya son muchos los centros que imparten clases sobre educación afectivo sexual, externas o instauradas en el plan docente, y en las que intentan enseñar de manera igualitaria conceptos básicos. A veces, este tipo de mensajes están ocultos en otros más comunes. Por ejemplo, el proceso de fecundación se puede expresar con una serie de estereotipos.
Así lo explica Eulália Pérez en su artículo “El Sexo de las Metáforas”:
“Al espermatozoide se le atribuyen cualidades como la velocidad, la agilidad y la resistencia para ser el primero en llegar a fecundar un óvulo, por otra parte, pasivo, estático y a la espera de ser fecundado”
Durante los últimos años se ha ido avanzando en la implantación de la “Coeducación” en muchos sistemas educativos, mayoritariamente en el ámbito público. Una estrategia educativa que engloba la igualdad sexual de hombres y mujeres, igualdad por ejemplo en valores, y abogando por una educación mixta.
A veces, un tema polémico este asunto porque por lo general la educación sexual siempre ha sido un tanto desigual en los centros de enseñanzas. En otros aspectos también se podía observar esa separación de géneros, como en las clases separadas, diferenciar asignaturas o los estigmas en el deporte masculino. Por suerte poco a poco va desapareciendo eso de nuestra sociedad. El lenguaje, las expresiones o las maneras de actuar, todo influye a lo hora de inculcar una educación sexual por igual a todos.
Las matronas, al igual que en otros muchos aspectos, juegan un papel fundamental en el desarrollo de la educación afectivo sexual, ya que recordemos que una matrona es la profesional de referencia que está en todas las etapas de la vida sexual y reproductiva de una mujer. Su posición es la de garantizar que se cumplen todos los derechos en materia de Salud Sexual Reproductiva.
Se preocupan las matronas de ser capaces de detectar, y como saber actuar, algún posible caso de violencia contra una mujer, para ello están en constante formación. Lo consideran la peor de las formas de reproducirse la desigualdad sexual, al mismo tiempo que es la manera más abrupta de ponerla en práctica.
Con el paso del tiempo, las matronas han ido reclamando más visibilidad y poder de actuación en el sistema educativo, y dentro del mismo a casi todos los niveles, ya que consideran que existen muchas etapas de la educación sexual.
Hablamos desde educación primaria, secundaria, bachillerato, e incluso en la propia Universidad. Quieren estar presentes en la transmisión desconocimientos y valores sexuales, basados en la igualdad. Desde la Federación de Asociaciones de Matronas de España siempre abogamos por el avance en este y muchos otros asuntos.