Con el paso del tiempo, los servicios y las herramientas en el embarazo ha cobrado importancia, cada vez más, la educación maternal para las mujeres y sus parejas, tanto para una persona que se encuentre ya en el proceso de gestación o para la población femenina en general, y de esa manera la educación afectiva sexual sería más completa.
Este tipo de recursos buscan mejorar los conocimientos acerca de hábitos higiénicos, dietéticos, preparación para el parto o el desarrollo positivo de las sensaciones de estas sesiones. Se ha demostrado que la educación maternal es eficaz para la mejora de conocimientos y hábitos saludables durante el embarazo o la vida sexual de una mujer. Las embarazadas consideran este tipo de recursos muy útiles para solventar el proceso del parto, los meses de gestación, puerperio y lactancia.
Una vez sabemos que estamos embarazadas nuestra cabeza da un giro de 180º y comienza a pensar en cosas y aspectos que antes nunca nos habría preocupado, hablamos obviamente de una mujer primeriza. Embarazadas que ya hayan pasado por un proceso de gestación ya sabrían a lo que se enfrentan, aunque no por ello se preocupan menos. Los síntomas asociados a la ansiedad del embarazo o la posible depresión postparto son aspectos muy a tener en cuenta para la salud anímica de una embarazada, e incluso puede llegar a afectar a su estado físico. Las matronas cada vez más hacen hincapié en estos síntomas, conscientes como profesionales sanitarios que son, de lo importante que pueden llegar a ser para una embarazada.
Este tipo de refuerzos anímicos sirven para impulsar la salud psicológica y la promoción del bienestar anímico durante la gestación, el parto o el postparto. Estos temas se han desarrollado como muy necesarios para mejorar el conocimiento del proceso, despejar dudas, solventar problemas y orientar a las parejas.
Las familias primerizas se llenan de dudas, incluso antes de quedarse embarazadas, sobre cómo será el embarazo o aspectos que tendrán que tener en cuenta. La curiosidad y las preguntas se agolpan en la rampa de salida, pudiendo llegar a provocar ciertos miedos. Estos miedos se traducen en incertidumbre y temor, especialmente durante los primeros meses de embarazo, lo cual provoca incertidumbre que puede llegar a derivar en estrés, ansiedad o incluso episodios de depresión.
Las matronas profundizan aún más este tipo de formación para poder ayudar a las embarazadas y darles un servicio completo, ya que muchas gestantes son reticentes a la hora de acudir a un especialista, como puede ser un psicólogo. Desean estar formadas lo máximo posible es aspectos vinculados a la salud anímica y emocional de de una embarazada, para poder abordar diversas situaciones con más calma y serenidad. Escenarios que se pueden dar durante el embarazo, en el mismo momento del parto y especialmente después de dar a luz.
La planificación de medidas saludables de cuidado de una embarazada en su aspecto emocional cada vez se atisba más importante, y más demandado. Detectar síntomas leves de ansiedad o cuadros de depresión y hacerlo de manera temprana puede ser más fácil de lo que muchos piensan. Esto son estrategias aplicables tanto a madres, como a sus parejas o acompañantes. Si tienes alguna duda respecto a esta información no dudes en acudir a tu matrona de referencia. También encontrarás algunos temas similares en la página web de la FAME, a tu disposición también en redes sociales . PINCHA AQUÍ.