Existe un caso a la hora de dar a luz que se produce un hecho, no suele ser habitual, en el que el bebe adopta una posición que coloquialmente se puede decir que «viene mirando hacia arriba». Su nombre oficial es un parto occipito posterior. Cuando un feto comienza a hacer los movimientos para colocarse para nacer, en ocasiones, se posiciona mirando hacia el pubis materno, es decir, que colocan su occipital en dirección hacia la parte posterior de la pelvis.
Esta posición tiene unas consecuencias a la hora del parto, y conlleva que el periodo de dilatación será algo más largo de lo normal y también los episodios expulsivos serán más complejos. El parto en estas condiciones va a suponer a la embarazada un esfuerzo extra para la mujer, será beneficioso para ella contar con una matrona a su lado que la acompañe en este proceso, que le facilite cambios posturales y si lo necesita métodos para aliviar el dolor, que puede ser más intenso a nivel lumbar que en otras condiciones de parto.
La famosa «sensación de pujar» llegará antes de lo esperado en estos partos, antes incluso de haber completado la dilatación, que es cuando debería aparecer. Esta posición activa los nervios sensitivos, y esta activación es lo que conduce a esa sensación de pujo, pese a que aún no es el momento de hacerlo.
Entre las opciones para el manejo de esta variante de la normalidad, la más útil son las medidas posturales, cambios en la posición materna que favorecerá la rotación de la cabeza fetal y el descenso a través de la pelvis. Estas medidas no conllevan ningún riesgo y no son lesivas para la madre ni para el feto.
Factores relacionados al parto Occipito posterior
Existen una serie de factores que pueden llegar a reducir o aumentar la posibilidad de este tipo de partos:
La matrona va a ser clave a la hora de acompañar a una embarazada en este tipo de parto. Son las primeras personas conscientes de la importancia de la movilidad durante el parto, por ello aconsejan una serie de posiciones para mejorar este escenario, y que la mamá tome una serie de directrices que ayuden al bebe a una correcta rotación. Por ejemplo, un apoyo de manos y rodillas (cuadrupedia) ayudaría a facilitar los movimientos del bebe.
No hay mayor morbilidad fetal que en el parto en occipito anterior.
El mensaje que nos debe quedar es que si bien el parto en occipito posterior es complejo y más largo que otros partos, existen mecanismos para revertirlo o mejorar el desarrollo del mismo, recuerda que con esfuerzo, tiempo, movimiento, apoyo y confianza en ti misma y en la matrona que te acompaña, el parto en occipito posterior es posible.
Si tienes alguna duda respecto al parto occipito posterior no dudes en acudir a tu matrona habitual, y también en la página web de la FAME podrás encontrar cualquier tipo de información. Pincha aquí